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Paso 1º: "Saltar del sofá".

Todo el mundo quiere aumentar sus ingresos, conseguir nuevas cosas, no tener que preocuparte por llegar a final de mes y vivir de lo que te apasiona.

Sin embargo... ¿Me permites contarte una historia?

Esta es la historia de una simpática ranita que estaba muy agusto dándose un baño de agua fresquita en una bañera.

Resulta que lo que la rana pensaba que era una bañera no era tal, sino que era un cazo y de pronto alguien llega y lo coloca sobre un hornillo, enciende el fuego y lo pone al mínimo.

El agua empieza a ponerse templada pero la rana no nota nada y sigue nadando feliz y despreocupadamente.

Poco a poco la temperatura del agua va aumentando, y la rana empieza a sentirse un poco cansada, pero continúa con su baño como si nada sucediera.

Al cabo de un tiempo la rana se da cuenta de que el agua ya empieza a estar demasiado caliente, incluso es insoportable, pero ahora ya está tan agotada que es imposible salir del recipiente, ya es demasiado tarde y finalmente la rana muere cocida.

Por otro lado, en otro lugar y con otra ranita sucede algo bastante curioso.

Alguien coge un recipiente con agua y lo pone a hervir. Cuando el agua está a 90º, intenta meter la rana en el agua, pero ésta al notar la temperatura tan elevada del agua pega un salto tan grande que sale disparada del recipiente.

Tal vez te estés preguntado...

¿Qué tienen que ver las ranas con mis sueños?

A un niño pequeño le resulta muy fácil soñar e imaginar qué quiere ser de mayor.

Pero el adulto llega y le dice al niño que deje de soñar, que eso son fantasías que no le darán de comer, y que debe crecer y empezar a pensar de manera responsable.

De esa forma conforme vamos creciendo, vamos renunciando a nuestros sueños y perdiendo la ilusión y la capacidad de soñar, de modo que como la primera ranita, cuando nos damos cuenta tenemos una vida que no nos hace felices pero de la cuál ya no sabemos cómo salir.

Si alguien nos hubiera dicho de niños que íbamos a tener la vida que tenemos hoy, nos habríamos revelado como la segunda ranita, o como hizo Peter Pan que se negó a crecer.

Pero estamos dormidos, acomodados, acostumbrados, resignados.

En el pasado puede que hayas pensado "yo no puedo hacer realidad mi sueño", "es muy difícil" o "yo no soy capaz de hacerlo"....

Sin embargo permitime decirte...

¡Es MUY FÁCIL! ¡Vale la pena INTENTARLO! ¡PUEDES HACERLO!